El paisaje se recoge
en el hombre que se aleja.
El mar abre sus labios.
El cielo despliega estrellas.
Las palabras se ovillan
en un gesto sin retorno.
Las pupilas lo contienen.
Sòlo el alma no responde.
De madrugada habrà un canto nuevo
cuando se aleja un hombre...
Agosto 2004
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