domingo, 11 de mayo de 2008

En el adios...



Es un poco de ti que se diluye en ese instante.
Palabra que queda colgando de los párpados.
Angustia inserta en las pupilas...
Tristeza que cuelga lágrimas festivos y domingos,
inclusive.

Nada hay más intenso que un adios en el infinito.
Gesto muerto en medio del otoño.
Gènesis de una muerte que siempre se sabe muy anunciada...

Marga

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