A pesar de todo
En una casilla de la villa (barrio muy pobre) el papá y sus dos hijos están mirando por el vidrio roto de la ventana. Es mediodía y sólo han comido un poco de pan duro mojado en mate cocido (infusión de yerba mate). El día está gris y amenaza con llover, pero como el padre tiene los brazos muy largos abraza a los chicos, les guiña (cierra un ojo, gesto simpático) el ojo y les dice:
–Si a la tarde llueve leche, ponemos las tazas afuera ¿eh?
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