viernes, 29 de enero de 2010

El día y la noche...



Para todos y para ninguno.
Nietzsche


De dìa somos una figura.
De noche una metàfora.

Lenguajes de agua nos dicen que nada ha pasado.

Que la sutileza vuelve a jardìnes de espinas donde
nos quemamos, todas son de fuego.

Pero esa llama nos deja en la existencia, para decirnos
que el paso màs ardiente, sòlo es ardiente.

Jamàs profundo.

Tiempos remotos donde escarapelas descienden
hasta una idea, lejanas estrellas en cuyo aliento
interrogamos como un instante antes
de apagarnos en la existencia.

Como en una noche de primogenitos.

Y llevamos ese imperio donde nuestras cenizas
denominan serpentinas de adivinos
que al unir cortinas de supersticiòn
abren hechizos.

Uno de ellos convierte al dìa en figura

Y a la noche en metàfora.


Guillermo Isaac Paredes Mattos.

(Regalo de esta noche de mi amigo "Sabiduría de Lobo") Es una alegría grande tenerte en este rincón, amigo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un bello regalo, para leerlo y para pensarlo, sí señor.

Besos.

Guillermo Isaac Paredes Mattos dijo...

La alegrìa es tambièn mìa Durazno...jejeje.

Creo que hablamos de este poema en cierta ocasiòn. Asi que no cabe ya hacerlo ahora, sòlo basta la constancia de su lectura tal como la hecho Caminate a quièn extiendo un saludo.

Guillermo.