Siempre han marcado mi verano con ese símbolo que nos recuerda la vulnerabilidad, la pequeñez y lo débiles que somos por sobre esa soberbia y engreimiento que muchas veces domina nuestro actuar. Independiente de que asista o no a laceremonia religiosa, es un día de silencio y meditación para mí...pero ayer lo viví junto a cincuenta brasileños con quienes participaba en un seminario sobre la pobreza en latinoamerica. Una hermosa y alegre experiencia...en cualquier idioma, el llamado del amor universal es el mismo...la búsqueda de justicia es igual...la necesidad de pensarnos a nosotros, de mirarnos para adentro, de detenernos de la vorágines que vivimos y que nos lleva del placer, al desasosiego, a la tristeza y al dolor en un círculo sin fin, se hace imprescindible y es común a todos...
Nada, que después de ese Miércoles de Cenizas, todo esta bien...todo esta bien...
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2 comentarios:
Yo no soy creyente, pero me alegra leer tus palabras, la profundidad y la vida que extraes de esos momentos. Es bueno mezclar y compartir y es bueno que después de ese Miércoles de ceniza todo esté bien.
Un besazo (hoy más cercano, después del regalo que me has hecho)
P.
Gracias por estar siempre por ahí.
Responder a tus gentilezas no es un regalo, es una devolución a tu presencia, a tu ternura, a tu amistad.
Si...está todo bien...a pesar de la tristeza, está todo bien y mañana ha de estar mejor.
seguro que sí.
Buenas noches
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